Encuesta Nacional Revela Opiniones Divididas sobre los Vetos Presidenciales de Milei
Un reciente estudio de Synopsis muestra que, aunque la mayoría de la población valora la disciplina fiscal del presidente Milei, existe un fuerte rechazo a los vetos en leyes de discapacidad y jubilaciones.
Una reciente encuesta nacional realizada por la consultora Synopsis ha arrojado luz sobre la percepción pública respecto a los recientes vetos presidenciales de Javier Milei a cuatro leyes clave. Este estudio, que se llevó a cabo entre el 11 y el 16 de agosto con una muestra de 1.190 casos y un margen de error del 2,9%, llega en un momento crítico para las relaciones entre el Gobierno y la oposición.
Los resultados revelan que, aunque una parte significativa de la población aprecia la disciplina fiscal del presidente Milei, existe un fuerte descontento con los vetos a ciertas leyes, especialmente aquellas relacionadas con la discapacidad y las jubilaciones.
El veto más cuestionado es el de la ley que declara la emergencia en discapacidad, que propone la regularización de pagos y la actualización de aranceles para prestadores de servicios. Según la encuesta, un 74,5% de los encuestados no vetaría esta ley, y de estos, el 43,4% aboga por evaluar otros recortes en lugar de esta medida.
En cuanto a las jubilaciones, el rechazo al veto es también elevado, con un 68% de los encuestados oponiéndose a él. Esta ley busca, entre otras cosas, un incremento del 7,2% en las jubilaciones para compensar la pérdida sufrida debido a la inflación.
Los vetos a las leyes relacionadas con las universidades y la emergencia en pediatría, conocida como ley Garrahan, generaron opiniones más divididas. En el caso del financiamiento universitario, el 33% de los encuestados apoya el veto, mientras que el 31,2% no lo vetaría pero recortaría en otras áreas. Para la ley Garrahan, el 25,9% está de acuerdo con el veto, mientras que el 34,8% preferiría no vetarla y aumentar el gasto.
Estos resultados reflejan un panorama complejo y desafiante para el Gobierno de Milei, que debe equilibrar su agenda de disciplina fiscal con las demandas sociales y políticas de un electorado dividido.
