Cristina Kirchner redefine el panorama electoral del peronismo de cara a octubre
En un cierre de listas marcado por tensiones internas, Cristina Kirchner toma las riendas de la negociación para las elecciones nacionales, priorizando sus aliados más cercanos y dejando fuera a figuras históricas del peronismo bonaerense.
El cierre de listas para las elecciones nacionales del próximo 26 de octubre ha estado caracterizado por la intensa participación de Cristina Elisabet Kirchner, quien ha dirigido personalmente las negociaciones desde su residencia en el barrio de Constitución. A pesar de su situación de prisión domiciliaria, la ex presidenta se ha mantenido activa en las decisiones del peronismo a nivel nacional, recibiendo solo a un selecto grupo de personas, entre ellos Sergio Tomás Massa, ex ministro de Economía y líder del Frente Renovador.
Cristina Kirchner, a través de su secretario personal Mariano, ha estado en constante comunicación con los dirigentes del peronismo, enfrentando tensiones y discusiones sobre la conformación de las listas. En un movimiento estratégico, decidió incluir a sus aliados más cercanos en la lista de diputados nacionales para la provincia de Buenos Aires, lo que generó descontento entre los intendentes peronistas que quedaron fuera. Esta decisión ha sido vista como una forma de fortalecer su base de apoyo, aunque a costa de excluir a figuras tradicionales del peronismo bonaerense.
Sergio Massa, por su parte, logró asegurar sus posiciones dentro de la lista, colocando a Jimena López en un lugar destacado, sorprendiendo a muchos por la elección de una figura relativamente desconocida en el ámbito político. Este movimiento es interpretado como una señal del regreso de Massa al territorio conurbano, tras un periodo de silencio durante la gestión de Javier Gerardo Milei.
En el ámbito provincial, Cristina Kirchner también ha trabajado en la conformación de listas en territorios clave como Entre Ríos, donde junto a Massa, ha definido una estrategia electoral que busca consolidar la presencia del peronismo. Esta reconfiguración del panorama electoral peronista refleja la intención de Kirchner de mantener un control férreo sobre el partido y sus futuras estrategias políticas, de cara a las elecciones presidenciales de 2027.