Brasil impulsa la transición energética en la antesala de la COP30
La ciudad de Belém se convierte en el centro del debate climático mundial mientras el presidente Lula da Silva propone redirigir los fondos del petróleo hacia energías renovables.
En el corazón de la Amazonia, la ciudad de Belém ha sido el escenario de un importante encuentro que reunió a cerca de cincuenta jefes de Estado y de Gobierno con el objetivo de preparar el camino hacia la COP30. Este evento, que se celebrará oficialmente del 10 al 21 de noviembre, busca consolidar a Brasil como un referente en materia ambiental a nivel global. Bajo la dirección del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el encuentro ha puesto de relieve la tensión entre una ambiciosa agenda verde y un contexto internacional marcado por conflictos geopolíticos y escepticismo hacia las políticas climáticas.
Lula da Silva ha instado a los líderes mundiales a adoptar 'una COP de la verdad', proponiendo que los beneficios del petróleo se redirijan hacia un fondo para energías renovables. En su discurso, el presidente brasileño subrayó la importancia de establecer una hoja de ruta justa para combatir la deforestación y superar la dependencia de los combustibles fósiles. Además, destacó que los conflictos armados, como el de Ucrania, están frenando los esfuerzos globales para reducir las emisiones de carbono.
La elección de Belém como sede de la COP30 no es casual. Situada en la Amazonia, la ciudad simboliza tanto los desafíos ambientales como las desigualdades estructurales que enfrenta Brasil. El gobierno ha invertido significativamente en infraestructura para el evento, beneficiando a más de 600,000 personas. Sin embargo, la cumbre se celebra en un contexto global desafiante, con tensiones comerciales, restricciones presupuestarias y una creciente oposición a la agenda verde.
A pesar de las contradicciones, como la autorización reciente para explorar petróleo en la desembocadura del Amazonas, Lula espera que esta COP marque un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. "El tiempo de las promesas terminó; empieza el de las decisiones", concluyó, subrayando la necesidad de una acción climática decidida.